Su nombre fue tomado de la sobrina del cacique Calarcá, perteneciente a la tribu de los Pijaos de la cultura indígena Quimbaya, quienes inicialmente habitaron este municipio.

 

El proyecto fue elaborado y presentado a la Secretaria de Educación Municipal de Pereira, allí contó con gran apoyo, dándose comienzo al proceso de gestión y dinamismo, requerido para la dotación de esta institución educativa.

 

En 1992, debido a que fueron adjudicadas nuevas soluciones de vivienda, surge la necesidad de nuevos cupos escolares y de ampliar la planta de personal  docente al igual que la infraestructura  que permitiera albergar un mayor número de estudiantes.